Los trastornos de conducta en los perros suelen tener varias causas. La genética, el ambiente y los hábitos diarios que tienen nuestras mascotas, impactan en su personalidad. Te contamos cómo puedes corregir y evitar algunas malas conductas en tu mascota. 

Cuáles son las principales causas de los problemas de conducta.

Las raíces son varias, pero de manera general podemos clasificarlas en internas y externas:

Genética: raza y sus características individuales

Ambiente: aprendizaje, experiencias previas y el entorno en el cual se relaciona con los humanos. Aquí también se incluyen los patrones de alimentación, el momento de juego y de estimulación. 

La alimentación tiene una relación directa con el comportamiento. 

Algunos nutrientes ingeridos con el alimento inciden en el metabolismo de los neurotransmisores que controlan las conductas como la agresividad, la ansiedad y la resistencia al estrés. 

Estos neurotransmisores son los que liberan hormonas como la dopamina, la serotonina y la noradrenalina. Los niveles de estas hormonas tendrán un impacto en la conducta. 

A su vez, estas hormonas están reguladas por factores internos (posibles patologías hormonales) y externos (composición del alimento, actividad física, aprendizaje, etc.)

Algo interesante es que esta misma relación entre conducta y alimentación, es que aún no ha sido probada en felinos. 

Tipo de alimentos. 

Ya nombramos antes como la composición de la alimentación puede incidir en la conducta de nuestra mascota. Por ejemplo, el triptófano es precursor de la serotonina, una hormona que influye sobre el estado de ánimo, afectando al sueño, al apetito, la ingesta y la percepción de sensaciones dolorosas. Si este precursor no se encuentra en la alimentación, los niveles de hormona en sangre bajan y la conducta se verá afectada.

Frecuencia de alimentación.

Los perros siguen las pautas de sus ancestros los lobos, ingieren grandes cantidades de alimentos en periodos cortos. A diferencia del gato, que suele ingerir pequeños bocados a lo largo de todo el día. 

Cambiar la modalidad de alimentación incide sobre la conducta del animal. Así también, impacta la cantidad de comida que se les da.

Presentarles alimentos novedosos estimula y enriquece su conducta. Por otro lado, los alimentos a los cuales están acostumbrados o son muy palatables, se asocian a un consumo elevado y riesgo de obesidad. 

Los juguetes interactivos o los dispensadores de comida, son una excelente forma de promover el juego, la confianza y, por lo tanto, el vínculo entre tu mascota y su familia. Además, ellos se entretienen tratando de obtener sus trocitos de alimento fomentando la curiosidad, evitando la conducta exploratoria y destructiva que suelen tener algunos perros. 

Actividad física y paseos.  

Es importante que respetes el momento de paseo, juego y actividad física con tu mascota. Ya que incide directamente sobre su comportamiento. Los perros que realizan poco ejercicio, están más predispuestos a mostrar comportamientos agresivos. La actividad física aumenta la concentración de endorfinas y serotoninas e impacta directamente en su comportamiento. 

Como dueños, hay que entender el impacto que tenemos en la conducta de nuestras mascotas. No hay factores aislados. La pauta de alimentación, los momentos de juego y la estimulación son puntos clave y herramientas valiosas para incidir en su comportamiento.

BeautiPet

Si los ves bien. Te sentís bien. 

 

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